FERNANDO ARAMBURU – PATRIA

Título: Patria

Autor: Fernando Aramburu

Editorial: Tusquests Editores

Páginas: 642

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DLL – PATRIA, FERNANDO ARAMBURU

Resumen Contraportada:

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos, tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

Valoración Desde los Libros: 10/10

“Ahí va la pobre, a romperse en él. Lo mismo que se rompe una ola en las rocas. Un poco de espuma y adiós.”

Mi primer 10 en este blog. Solo con “La verdad sobre el caso Harry Quebert” estuve a punto de dar un 10 pero no lo dí por no perder la emoción de encontrar un libro mejor. Pero esa excusa no puedo aplicarla en este caso. No sé si la nota es demasiado, dirán, como tampoco creo que ni mi reseña ni el resumen de la contraportada hagan justicia a semejante obra.

Tenía ganas de leer Patria desde hace meses y fue abrir la primera página y engancharme por completo. Pero no era engancharme, era fascinación. Puede ser porque habla de nuestra sociedad, de un estilo de vida y de una situación que he vivido (gracias a dios ya al final) pero no he compartido, hablado. He vivido manifestaciones, atentados que te dejan mudo, insultos en los campamentos de verano por ser vascos, miedo a la matrícula SS del coche y solo en una ocasión bajarnos del autobús sin decir nada y la sangre bullendo por dentro. Para mi era normal no decir a nadie a quién votaba, ni a mi pareja, ni a mis amigas, porque nunca se sabe, así como cuando me preguntaban cómo se escribe mi apellido barajaba las posibles consecuencias de decir tx o ch según quién era o cómo iba vestido mi interlocutor. Puede ser fascinación por poder leer por fin abiertamente sobre esa forma de vida reprimidos, con miedo. Por quitar ese tabú. Oye, se habla. O se lee, mejor dicho. Te sientes bien. Por fin. Y esa yo después de leer Patria se siente con libertad para decir lo que piensa y lo que siente, y de firmar una petición para que se disuelva en condiciones. E incluso compartir esa petición en mis rrss. Porque sí.

Pero no, es fascinación por su forma de escribir. Es la primera vez que leo algo de Fernando Aramburu y me ha maravillado. Su forma de escribir es brutal, es tan directa, tan ágil, tan auténtica. Fernando Aramburu te cuenta todo seguido, no necesita trucos ni crear intriga, te lo cuenta según lees. ¿Por qué? Porque tiene taaaanto que contar que no lo necesita. Y es la primera vez que leo algo así. Que no continúo mi lectura por intriga, sino por gusto por lo que leo y cómo está escrito. Es muy gratificante leer a Fernando Aramburu o, que yo sepa de momento, leer Patria.

Patria es un carrusel de emociones. Sobre todo lloras, lloras mucho. Lloras de tristeza, de compasión, de dolor, de alegría, de alivio. Tus ojos empiezan a empañarse en la página 20 y no paran hasta la 642. Es muy duro.

Y no podría hacer una reseña sin comentar los personajes. En Patria los personajes tienen auténtica vida. Son tan reales, tan redondos, tan bien caracterizados…

Leer sobre los momentos próximos al asesinato del Txato me hacía sentir el estómago encogido y el corazón roto. Qué dolor. Un dolor solo comparable a Bittori y su rectángulo de plástico. Qué ternura me inspiraba, qué valentía y qué fortaleza. Pero quien más dolor y lágrimas me ha provocado ha sido Joxian. Me duele tantísimo leer cada segundo de su vida, cada interacción con Miren o con sus hijos, cada escapada a la huerta. Me es familiar. Esa relación de marido apagado, anulado, y la mujer que lleva la voz cantante. Y lo peor, es que no me ha sorprendido ni siquiera que Miren no le permitiese llorar la muerte de su amigo. No me ha sorprendido pero sí me rompe el corazón una vez más.

Y a la vez, qué de lágrimas de alegría y sonrisas se me han dibujado en la cara: con Arantxa, con Gorka, con Nerea, incluso con Miren. Qué momento el de la boda en Bilbao, llorando sin parar. Y qué alegría que Nerea se casara en un restaurante en Ulía donde pronto me casaré yo. Como para no sonreír.

Leyendo las últimas páginas te quedas hecha polvo, por reconocer nuestra sociedad y nuestra forma de ser, que siempre verlo desde fuera te abre los ojos. Y duele, leerlo duele. Pero también qué delicia hasta leer algo tan cotidiano como Miren pensando que a la vuelta de misa echa el queso rallado y enciende el horno. Y como el ciclista venga tarde, come frío. Es que me encanta, te deleitas con cada frase, cada palabra.

Y con el tiempo terminé Patria, y qué dolor tan grande, esta vez, por dejar de leer. Qué gusto le cogí a la lectura que por seguir leyendo, siendo euskalduna, me leí hasta el glosario. Pero necesitaba seguir leyendo. Y lo haré, ya que el otro día quería sorprender a mi querido Aita y le regalé, con mucho gusto y segundas intenciones, Autorretrato sin mí.

Recomendado:

  • para todo el mundo. ¡Tenéis que leerlo!
  • si estás buscando una lectura que te deje marcado.
  • para leer dos o tres veces.