JOËL DICKER – EL LIBRO DE LOS BALTIMORE

Título: El Libro de los Baltimore

Autor: Joël Dicker

Editorial: ALFAGUARA

Páginas: 476

DLL - Joël Dicker - El Libro de los Baltimore

DLL – Joël Dicker – El Libro de los Baltimore

Resumen Contraportada:

<<Si encontráis este libro, por favor, leedlo. Querría que alguien supiera la historia de los Goldman-de-Baltimore.>>

Cuando su primo Woody está a punto de ingresar en prisión, el escritor Marcus Goldman, protagonista de La verdad sobre el caso Harry Quebert, se dirige a Baltimore para pasar con él ese último día de libertad. Ya de regreso, recibe una llamada desesperada de su tío Saul: algo muy grave acaba de suceder. Marcus emprenderá entonces un largo camino para desvelar los secretos de la historia familiar. La fascinación que sintió desde niño por los Goldman-de-Baltimore, que encarnaban el sueño americano, con sus mansiones suntuosas, sus éxitos profesionales y deportivos y sus vacaciones de glamour; la amistad fraternal que le unió a sus primos en un trío inseparable -la <<Banda de los Goldman>>-, y la rivalidad por conquistar a Alexandra son puestas bajo la lupa. Mientras que el Drama se va perfilando, Marcus se acerca a la verdad que cambió todo para siempre.

Valoración Desde los Libros: 7.5/10

Nunca en un millón de años me hubiese imaginado que podría leer la nueva novela de Joël Dicker tan solo un mes más tarde de que se imprimiese en Madrid, como reza mi edición. Siempre espero resignada a ahorrar algo o visitar la biblioteca municipal para mis lecturas, por lo que pocas veces leo novedades hasta que ya no lo son. Por eso cuando mi pareja me sorprendió regalándome “El libro de los Baltimore“, no podía creer lo afortunada que era. Yo, que viví los días más intensos de mi vida con “La verdad sobre el caso Harry Quebert“, que presté mi ejemplar hasta que la portada no aguantó más, que lo recomendé sin descanso incluso a desconocidos, que ahorraba para comprar “Los días de nuestros padres“, que descubrí maravillada que Marcus Goldman aparecería en la nueva novela, que dí por hecho que no podría leerla hasta la edición de bolsillo; yo, tenía mi ejemplar poco tiempo después de su edición.

Así que aproveché las vacaciones en la playa, tal como sugería la dedicatoria de mi pareja (gracias, gracias y mil gracias), para embarcarme en un viaje redondo, página a página, letra a letra.

En esta ocasión, nos encontramos con el Marcus de siempre, al que tanto echábamos de menos. Junto a él, y a la maestría de Dicker para dejarte la miel en los labios constantemente, te adentras en una historia llena de lagunas que sólo consigues aclarar al final de la novela. Considero que esa habilidad es la seña característica del libro, que te mantiene enganchado leyendo sobre un hecho que a la vez no te quieren dejar leer. Recorres las cuatrocientas y pico páginas deseando llegar al final y entenderlo todo, y después, como bien le decía Quebert a Marcus en la primera entrega: lamentas haberlo terminado.

Mis expectativas estaban tal vez demasiado altas, mi ansiedad estaba tal vez demasiado disparada, mis ojos leían tal vez demasiado rápido, pero aunque me haya gustado muchísimo, no me parece que consiga alcanzar a su predecesor, quizás por alejarse del suspense o lado negro que predominaba en la trama anterior. Esta vez la lectura gira más en torno a la vida de una familia y menos en torno al crímen o misterio en sí. Quizás también se echa en falta alguna mención a Harry Quebert o a lo sucedido en la novela, para mayor coherencia y situación en la historia, pero por otro lado, los rasgos del protagonista se respetan y mantienen completamente y encajan como un guante en la nueva narración.

Sin embargo, considerando la novela en sí y sin compararla con la anterior, cada página te hará desear conocer más a los personajes, les verás incluso en sueños, pensarás en ellos constantemente. Es por ello que las últimas páginas las lees difícilmente conteniendo la emoción y las lágrimas, pues ya eres un Goldman más de la historia. Al final, acompañando las últimas frases del texto, que copio a continuación, una lágrima resbalaba por mi mejilla, sin saber si era fruto de la enorme cantidad de sentimientos que acompañan la historia, o, simplemente, fruto de la tristeza de cerrar el libro.

¿Por qué escribo?

Porque los libros son más fuertes que la vida.

Son su mejor revancha.

Son testigos de la muralla inexpugnable de nuestra mente, de la impenetrable fortaleza de nuestra memoria.

Ha sido una lectura, simplemente, maravillosa.

Recomendado:

-para regalar y acertar seguro

-para lectura larga

-para todo aquél que disfrutase con “La verdad sobre el caso Harry Quebert”